En España contamos con una amplia variedad de aceitunas, lo que nos convierte en uno de los principales exportadores mundiales de aceite de oliva con una producción del 50%. En el mercado existen diferentes tipos aceite oliva, pero cada uno cuenta con unas propiedades y usos diferentes. Atendiendo a su condición comercial podemos distinguir entre el aceite de oliva virgen extra y el aceite de oliva virgen, ideales para llevar a cabo cualquier tipo de guiso o postre, así como para usarlo en frío, y el aceite de oliva, que consiste en una mezcla de los anteriores aceites y otros refinados, estando indicado para elaborar salsas y cocinar a altas temperaturas.
Los aceites monovarietales son aquellos que han sido elaborados con una variedad de aceituna. Se trata de aceites de oliva virgen extra que cuentan con sabores, colores, olores y texturas diferentes y con un grado de acidez que no supera el 0,8%. Los más usuales son el arbequina, el hojiblanca, el picual y el cornicabra.
El aceite de oliva virgen extra Arbequina tiene un sabor frutado y dulce con toques de plátano y manzana. Se puede utilizar en crudo o en pastelería para hacer toda clase de postres, marinados suaves, cremas y salsas, mayonesas, gazpachos y salmorejos, carpaccios, vinagretas y boquerones en vinagre.
El aceite de oliva virgen extra Picual supera al resto de aceites en cuanto a ácido oleico se refiere, un ácido muy preciado pues reduce el riesgo de padecer enfermedades hepáticas y cardiovasculares. Su sabor denota mucha personalidad. Tiene un ligero toque amargo con notas de oliva, higuera y tomatera. Suele utilizarse en crudo para hacer ensaladas o macerados, o para realizar guisos y frituras largas.
El aceite de oliva virgen extra Cornicabra presenta un sabor dulce a fruta verde y manzana con un ligero toque picante. Se utiliza en crudo, para hacer salteados o frituras cortas tales como ensaladas, masas de pastelería, fritos, cebiches, masas de pizza, rosquillas, churros, empanadas, patatas al horno o salpicón.
El aceite de oliva virgen extra Hojiblanca sabe a hierba fresca con un toque a almendra y presenta un ligero picor. Se utiliza en crudo y para hacer conservas: marinados de carnes y pescados, ensaladas suaves, mayonesas y salsas alioli, pastas, conservas vegetales, salteados, vinagretas, cremas frías y calientes, etcétera.
Cada uno de estos aceites aporta un sabor especial para potenciar y realzar los sabores característicos de los alimentos. Sus sabores y aplicaciones vienen explicados con detenimiento en una guía básica redactada para el consumidor por la organización Interprofesional del Aceite de Oliva, cuyo nombre es «La gota de los aceites de oliva».