Por todos es sabido que el aceite de oliva constituye un producto esencial en nuestra dieta mediterránea. Está plagado de innumerables ventajas. Entre tales aspectos positivos destacan su inconfundible sabor que da razón de ser a la cocina mediterránea, su producción de excelente calidad con denominación de origen y las aportaciones nutritivas y saludables que revierte en nuestro organismo.
No obstante, recientemente un estudio de investigación universitario ha podido demostrar un importante dato que sin duda implementa con creces las ventajas saludables de consumir de forma regular aceite de oliva.
El estudio, en concreto, procede de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Cataluña, cuyos expertos investigadores, tras una pormenorizada investigación científica, han podido demostrar como el consumo diario de aceite de oliva puede llegar a reducir hasta en un 51% los problemas derivados de la osteoporosis. Siendo más precisos, este estudio de investigación universitaria clarifica que la ingesta diaria de entre cuatro y cinco cucharadas soperas de aceite de oliva ayuda al organismo a fortalecer su estructura ósea, combatiendo de forma preventiva las diferentes problemáticas que puedan tener lugar como consecuencia de la osteoporosis.
Hasta la fecha, los estudios científicos que se conocían probaban que la ingesta de cápsulas de componentes derivados del aceite, como es el caso de los polifenoles, ayudaba a generar beneficios en la salud ósea, pero sin hacer especial incidencia en la fractura ósea en sí, que sí llega a probar el estudio de la URV.
Estos beneficios en nuestra salud procederían de los componentes del aceite de oliva gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que fortalerecían nuestros huesos evitando fracturas osteoporóticas.
El estudio tuvo una duración de casi 9 años, aplicándose sobre un total de 870 personas con edades comprendidas entre los 57 y los 80 años de edad. Los sujetos objeto de estudio fueron seleccionados a través de un riguroso procedimiento por medio del Instituto Catalán de Salud de la comarca de Tarragona, aplicando la dieta preventiva mediterránea.
Tras tal hallazgo, los investigadores confían en que el ya de por sí consumo generalizado de aceite de oliva entre la población española se incremente notablemente en las personas de edad avanzada, favoreciendo en consecuencia otros factores relacionados con las fracturas osteoporóticas como son las bajas laborales, los gastos en rehabilitación y dependencia de quienes padecen estas patologías.